La innovación agrícola se vive en la aldea El Caracol, Quiché; donde Agustín Hernández dijo sí a la tecnología.
Desde hace 22 años Agustín se dedica a la agricultura. Trabajó con el cultivo de papa, donde implementó prácticas culturales que su papá le enseñó. Siguiendo sus recomendaciones, Agustín obtenía una producción de 15 a 20 quintales por cuerda, lo cual no era suficiente para el sustento de su familia.
Decidido a mejorar su situación, aceptó la visita de los técnicos de PRO-INNOVA, quienes le hablaron de agricultura moderna. Durante varias visitas y capacitaciones, Agustín aprendió sobre la implementación de tecnología agrícola para aumentar su productividad e ingresos. Entre algunas de ellas se menciona la selección correcta de la semilla, manejo integrado de plagas, aplicación de insumos adecuados a su cultivo y algunas otras prácticas novedosas que lo animaron a generar un cambio positivo en su producción.
Todas estas prácticas le sirvieron para que la producción de sus parcelas aumentara, obteniendo de 30 a 35 quintales por cuerda.
Con los ingresos que obtuvo por haber comercializado su producción, invirtió en la instalación de un reservorio de agua de lluvia, un invernadero y una casa malla. Esta última para la siembra de fresa que le permitirá diversificar sus cultivos y aumentar sus ingresos.
Además, Agustín ha brindado una mejor calidad de vida a su familia proporcionando educación a sus hijos, pues su sueño es verlos graduados.
Sin lugar a dudas, el ejemplo de Agustín motiva a su familia y también a los habitantes de su comunidad. Se siente agradecido por la asistencia técnica que recibió de PRO-INNOVA.