GUATEMALA
PROYECTO DE SOLUCIONES INNOVADORAS
PARA CADENAS DE VALOR AGRÍCOLA

Esperanza en el Amaranto

Esperanza en el Amaranto 1080 1080 PROINNOVA GUATEMALA

Esperanza en el Amaranto

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uth Tercero es una productora de Amaranto de 45 años de edad, proveniente de Sacapulas, Quiché. Doña Ruth tiene 5 hijos, de las edades 27, 25, 22, 18 y 15 años, quienes estudian y también le ayudan con el manejo de su parcela en sus tiempos libres. Previo a sembrar Amaranto, Doña Ruth sembraba maíz y frijol para consumo propio y no obtenía ningún retorno de inversión. No obstante, gracias a las gestiones de la Municipalidad de Sacapulas, a través de su Oficina Municipal de la Mujer, un grupo de mujeres lograron conocer el Amaranto; un cultivo nativo de alta resistencia a la variabilidad del clima, de bajo mantenimiento, con alto potencial de comercialización y con un alto valor nutritivo.

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uth Tercero es una productora de Amaranto de 45 años de edad, proveniente de Sacapulas, Quiché. Doña Ruth tiene 5 hijos, de las edades 27, 25, 22, 18 y 15 años, quienes estudian y también le ayudan con el manejo de su parcela en sus tiempos libres. Previo a sembrar Amaranto, Doña Ruth sembraba maíz y frijol para consumo propio y no obtenía ningún retorno de inversión. No obstante, gracias a las gestiones de la Municipalidad de Sacapulas, a través de su Oficina Municipal de la Mujer, un grupo de mujeres lograron conocer el Amaranto; un cultivo nativo de alta resistencia a la variabilidad del clima, de bajo mantenimiento, con alto potencial de comercialización y con un alto valor nutritivo. 

La diversificación de cultivos, es de suma importancia para el aumento de ingresos de las familias rurales, en especial para las mujeres como Ruth, quienes además de trabajar en la agricultura, cuidan a su familia y se encargan de las tareas del hogar. En ese sentido, el Amaranto es un cultivo ideal para que productoras como Ruth puedan continuar con sus labores en el hogar, al mismo tiempo que aportar económicamente y compartir la toma de decisiones con respecto al mismo. 

Luego de contar con la asistencia técnica de PRO-INNOVA para manejar el cultivo y de contar con el apoyo para conformarse como un grupo legalmente constituido, el grupo de mujeres al que pertenece Ruth se identificó en el sector agrícola como Qa q’anil – Nuestra Semilla. Dicha organización ahora cuenta con más de 60 mujeres agricultoras que decidieron diversificar su cultivo. 

Durante su proceso de aprendizaje y diversificación, Ruth ahora conoce sobre la Agricultura Moderna y cómo esta puede mejorar su productividad e ingresos. Entre las tecnologías aplicadas a su terreno, se encuentra el manejo integrado de plagas con insumos biológicos, la utilización de riego para la conservación del agua, conservación de suelo y nutrición, entre otros. 

A un poco más de 2 años de cultivar el Amaranto, ahora Ruth es una productora líder en su comunidad. Posee una parcela demostrativa, en donde realiza Días de Campo para motivar a otras mujeres a seguir sus pasos y ser prósperas en la agricultura. Asimismo, con el apoyo del Proyecto la organización Qa q’anil ahora cuenta con acceso a mercado a través de Quilali, una empresa dedicada a la producción de snacks saludables de Amaranto a nivel nacional y regional.

Ruth inició con 1 cuerda de terreno para sembrar Amaranto, ahora cuenta con 3 cuerdas que le han permitido incrementar aún más sus ingresos. Por cada cosecha de Amaranto, Ruth logra obtener hasta 200 libras de amaranto por cuerda, lo cual representa Q1,980 de ingresos. Gracias a que ahora cuenta con 3 cuerdas para sembrar y con un sistema de riego, Ruth logra obtener 3 cosechas al año, lo cual representa alrededor de Q17,820 para su familia.


Según Ruth, el Amaranto le ha permitido brindarle una educación a sus hijos y hacer mejoras en su hogar, como contar con un filtro de agua y mejorar la nutrición de su familia.

“Mi mayor sueño es poder cultivar más, vender más y tener más ingresos para mi familia. Quiero que mis hijos sigan estudiando, ya tengo a 3 hijos graduados de la escuela, pero quiero que tengan más y sean profesionales para que no se tengan que ir. Yo creo que lo puedo lograr sembrando Amaranto y enseñándoles a ellos”.

“Yo antes pensaba en irme para poder darle a mis hijos un estudio, pero ahora que gracias Dios tengo el Amaranto, veo que puedo lograrlo. Ahora ya no me quiero ir, necesito estar con mis hijos, no quisiera nunca alejarme de ellos”.

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